Clasificación: M/E
Géneros: Romantasía (Romance y fantasía) | Ciencia Ficción | Desarrollo Lento | Space Opera | Pareja Predestinada
Resumen:
Cassia Harper creía que sus mayores problemas eran pagar el alquiler, mantenerse al día con la escena de la moda en Brighton y vender suficientes artesanías para ayudar a su familia. Pero cuando un misterioso y hosco soldado a sueldo con orejas puntiagudas irrumpe en su vida, todo cambia.
Su pasado no es lo que pensaba. El padre que apenas recuerda no era solo un viajero distante, y el broche que lleva todos los días… no es simplemente una antigüedad.
Ahora, con asesinos tras sus pasos y un protector que se niega a reclamarla (aun cuando la tensión entre ellos es ardiente), Cassia debe decidir: ¿huirá de su destino o se alzará para enfrentarlo?
Qué esperar:
🔥 Un “slow-burn” con intensa tensión (y varias recompensas muy candentes 😏)
🐺 Un protector cósmico de orejas puntiagudas (que sabe que ella es su pareja predestinada, pero se niega a actuar… al principio)
👑 Política galáctica
🌌 Una space opera llena de acción, erotismo y drama
🛸 Brighton (Reino Unido) se encuentra con las estrellas
Si hace un año me hubieras dicho que mi vida se convertiría en algo sacado de una ópera épica de ciencia ficción, me habría reído en tu cara.
Mis mayores preocupaciones eran pagar el alquiler, ganar suficiente dinero con mis encargos de Etsy y, tal vez, averiguar cómo comprar por fin esa chaqueta de cuero ridículamente cara que llevaba siglos deseando. Pero la vida tenía otros planes y, de alguna manera, terminé en medio de una historia tan descabellada que hasta mi cerebro friki tuvo problemas para asimilarla.
Para entender mi historia, tenemos que empezar por la de mi madre, la trekkie.
Sí, mi madre es una geek, y yo también.
Si hubiese un premio a la fan más grande de Star Trek en la galaxia, ella lo ganaría. Aunque se crió leyendo El Señor de los Anillos y devorando viejos cómics de superhéroes, viajar por la galaxia gracias a la tele era su “adicción” favorita. Luego llegaron las Comic Cons, perfectas para disfrutar del cosplay y vender algo de merchandising. Así que no fue sorprendente que estuviera en plena euforia post-Comic-Con el día que conoció a mi padre.
Mi madre, Romy, acababa de pasar el fin de semana rodeada de cosplayers y paneles, feliz por todo el merchandising sobrevalorado que había vendido, y aún flotaba en ese subidón friki cuando se topó con él… literalmente.
Él era alto e imponente, con rasgos tan marcados que parecían demasiado perfectos para ser reales. Su pelo oscuro le caía un poco más allá de los hombros y sus ojos tenían un tono dorado que casi brillaba bajo la luz del atardecer. Pero lo que más llamaba la atención eran sus orejas. Ligeramente puntiagudas y elegantes, daban unas vibraciones muy de Romulano por su extraño atuendo.
Naturalmente, mamá supuso que era otro cosplayer empedernido, incapaz de romper con su personaje, que representaba a la raza villana de Star Trek. Aunque ella era más fan de Captain Kirk, no habría rechazado a un Romulano tan impresionante y atractivo.
—Vaya —dijo ella, sonriendo—. Es una versión increíble de un Romulano. ¿Vas por una interpretación distinta?
Él ladeó la cabeza, estudiándola con lo que luego describió como una intensa curiosidad, como si ella fuese la alienígena. A ella le encantó. Luego, con el tono más profundo y regio que había escuchado, él respondió:
—Yo no soy… Romulano.
Mamá se rió, convencida de que él estaba muy metido en el papel. Aquella voz grave era casi musical, y sus ojos la hechizaron. Como no tenía problema en iniciar conversaciones con desconocidos, siguió hablando, asumiendo que eran simplemente dos frikis en un divertido intercambio.
Ese fue el momento en que su vida cambió para siempre.
Aquella noche pasaron horas juntos, caminando por el muelle de Brighton, hablando de todo —bueno, más bien ella hablaba y él escuchaba, claramente fascinado. Ella creyó que él era un tipo callado y misterioso, sin imaginar que venía de algún lugar mucho más allá de la Tierra.
Para él, no fue una noche cualquiera. Era la primera vez que encontraba a alguien que lo viera como un hombre más, alguien que no le tuviera miedo ni lo venerara. Solo… alguien con quien hablar.
Se enamoraron rápido. Un romance vertiginoso sacado directamente de una de las novelas de fantasía y ciencia ficción favoritas de mamá. Él le contó fragmentos sobre sí mismo: lo justo para que pensara que venía de algún rincón perdido de Estados Unidos, pero no tanto como para hacerla cuestionarse demasiado. ¿Y las orejas? Una feliz cirugía friki para lucir como un hombre cósmico para siempre. A ella no le importó; solo sabía que lo amaba.
Juntos construyeron una vida tranquila y muy británica. Vivieron un año en nuestro acogedor piso, justo encima de la tienda de cómics que mamá dirige con mi tía. Él era feliz con ella, disfrutando de una vida sencilla y siendo solo un hombre, aunque mostraba una fascinación extraña por la canela. Juraba que nunca había probado nada igual y se obsesionó, metiéndola en cada taza de té y en cada pastel.
Y entonces se acabó el cuento de hadas.
Mamá estaba embarazada de mí cuando pasó. El día del ataque, él había salido a comprar comida —canela incluida. Sombras en un callejón de The Lanes. Figuras silenciosas que se movían con precisión letal. Ella nunca los vio, solo el resultado: sangre en el pavimento. Una vida arrebatada demasiado pronto.
Si él hubiera estado en casa, mamá y yo también habríamos muerto. En vez de eso, la dejaron sola, con un corazón destrozado y un secreto que ella desconocía. Jamás se recuperó del todo tras perderlo. Nunca siguió adelante. Ningún otro hombre pudo compararse. Pero no dejó que la pena la destruyera: se centró en mí.
Me llamó Cassia, por él. Porque la canela era su pasión, algo que amaba y que no existía en su mundo. Mamá me crió con amor, contándome lo maravilloso que había sido el amor de su vida, pero nunca habló de su muerte. Solo me contó las partes buenas, los recuerdos hermosos, el Star Trek con el que ambos fantaseaban. Y cada vez que la conversación se acercaba demasiado al dolor, ella se cerraba.
¿Y yo? Crecí pensando que mi padre era simplemente un hombre misterioso de algún lugar remoto de Estados Unidos. Quizá un viajero, o un científico. Alguien que amó a mi madre pero que no pudo quedarse. Jamás sospeché la verdad.
No hasta que todo cambió.
Mirando atrás, había pistas. La forma en que mamá dudaba cuando le hacía demasiadas preguntas. El pin que me regaló en mi vigésimo cumpleaños: una pieza de metal labrada con marcas extrañas que yo supuse que no eran más que un bonito diseño.
No tenía ni idea de que era el símbolo de algo mucho más grande.
Ni de que mi vida se pondría patas arriba un sábado por la tarde, por culpa del impresentable de mi primo.
Glosario - Capítulo 1
Romantasía – Combinación de romance y fantasía. (Romantasy – A mix of romance and fantasy.)
Space opera – Un subgénero de la ciencia ficción con aventuras épicas en el espacio. (Space opera – A sci-fi subgenre with epic space adventures.)
Pareja predestinada – Dos personas destinadas a estar juntas. (Fated mates – Two people destined to be together.)
Soldado a sueldo – Un mercenario contratado para luchar o proteger. (Soldier-for-hire – A mercenary hired to fight or protect.)
Orejas puntiagudas – Orejas que terminan en una punta sutil. (Pointed ears – Ears that end in a subtle point.)
Hosco – Serio y reservado, con una actitud distante. (Brooding – Serious and reserved, with a distant attitude.)
Tensión ardiente – Una atracción intensa entre dos personas. (Scorching tension – A strong attraction between two people.)
Subidón friki – Una gran emoción después de vivir una experiencia geek. (Geeky high – A great excitement after a geeky experience.)
Rasgos marcados – Una cara con facciones bien definidas. (Chiseled features – A face with well-defined features.)
Vibraciones de Romulano – Una apariencia o actitud que recuerda a los Romulanos de Star Trek. (Romulan vibes – A look or attitude reminiscent of Star Trek’s Romulans.)
Hechizar – Cautivar a alguien con la mirada o la voz. (Bewitch – To captivate someone with one's gaze or voice.)
Sombras en un callejón – Un ambiente oscuro y peligroso. (Shadows in an alleyway – A dark and dangerous atmosphere.)
Figuras silenciosas que se movían con precisión letal – Asesinos moviéndose de manera eficiente y mortal. (Silent figures moving with deadly precision – Assassins moving efficiently and lethally.)
Una vida arrebatada demasiado pronto – Un eufemismo para una muerte prematura. (A life stolen too soon – A poetic way to say someone died too young.)
Se cerraba – Dejar de hablar cuando un tema es demasiado doloroso. (She would shut down – To stop talking when a subject is too painful.)